Félix Hernández y Gimenez (Barcelona 1889-Córdoba 1975), llegó a Soria con 23 años, siendo nombrado arquitecto municipal interino, octubre de 1913, pasando a ser titular de la misma en Diciembre del mismo año. En Soria se puso al frente del antiguo Mercado de Abastos, se ocupó de la elevación de las aguas desde el río Duero, redacta el proyecto de la Casa de la Autopsia y firma, por encargo particular, el edificio de la Calle Estudios, 4, para el comerciante Pedro Llorente en 1914, edificio claramente influenciado por el modernismo catalán, recordándonos las obras de José Puig i Cadafalch (casa Amatller) y de Juan Rubió i Bellver (Casa Roviralta).
En Soria conocería a Victoria Sanz Legaz, que habría de convertirse en su esposa. En 1915 efetúa el levantamiento del plano de un sector de Numancia, siendo éste su primer contacto con la arqueología, aspecto que le habría de marcar su vida profesional en Andalucía y Extremadura. El arquitecto dimite de su cargo, alegando "razones de índole personal" en 20 de julio de 1915.
En 1916 lo vemos como arquitecto de Linares (Jaén), llegando a Córdoba en 1920. En
1921 fue elegido miembro de la Comisión Provincial de Monumentos, y
empezó a realizar obras como constructor y arquitecto con un abundante
muestrario de casas de viviendas que responden a la estética del
regionalismo neobarroco, entre las que destacan las del paseo del Gran
Capitán, la casa Hoces Losada de C/ Concepción, ambas de 1925, y la Casa Colomera en las Tendillas, de 1928. Sus formas se basan en las del
barroco local del siglo XVIII, extrayendo de ellas un carácter netamente
cordobés, capaz de equipararse con el neobarroco sevillano y con el
madrileño, sin renunciar a ciertos guiños emparentados con el
secesionismo vienés.
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Casa de Hoces Losada (1925), C/ Concepción. |
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Casa Colomera ( Plaza de las Tendillas) |
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Féix Hernández y Giménez |
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La Equitativa |
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Edificio Casana Dieguez |
Como
urbanista, y ya con el empleo de Arquitecto Municipal, fue nombrado
director de la Oficina del Ensanche, creada por el Ayuntamiento para
desarrollar el anteproyecto de ensanche de la ciudad en 1921. Aunque el
proyecto no se llevó a cabo, sí le cupo la responsabilidad de
importantes intervenciones, especialmente la apertura de la plaza de las
Tendillas (1925-27) y la urbanización de las calles adyacentes. Por lo que podemos afirmar, que el urbanismo de Córdoba, recibe su herencia desde su llegada en 1921 hasta su fallecimiento en 1975.
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